sábado, 1 de agosto de 2009

Depresión de viernes por la noche

Te necesito, ahora más que antes.
Es desastroso esto de crecer, es horripilante que con los años uno entra en razón.
Veo y entiendo e intento, pero cuesta. Me cuesta porque estoy incompleta, porque me falto, porque faltás.
Como siempre, unos días me acuerdo más, otros menos, pero estás en todos mis días.
Al menos todas las noches me pregunto cómo sería todo con vos, cómo nos llevaríamos; me critico haber sido tan dura. Era chica, claro, era tonta.
Y acá estoy, escuchando un tema de Los Piojos, recordando tu bandera e intentando, parelelamente, mandarle un mail a uno de tus amigos. No sé por qué, o sí. A mí se me ocultaron muchas cosas, no los culpo, todos queremos protegernos entre nosotros. Pero tal vez necesitaba ver algo más, y es lo que estoy buscando ahora.
Hoy es una de esas noches empecinadas en la nostalgia. Terminó ese tema y llegó uno de Los pericos, algo más?
Sí, claro que siempre hay más. De las cosas buenas y de las malas, aunque todo eso depende de visiones, de máscaras.
Es cierto eso de que uno se pone una máscara diferente para cada ocasión, ¿no? yo así lo creo. Pero considero que una cosa es ser "careta" y otra es preservarse.
¿Por qué la gente no lo entiende?
Seguro tenés más idea de mi vida que yo, pero quiero contarte las cosas. Sí, como si estuvieras acá, como si estuvieramos en una ronda de mate. Por más que me acuerde poco de vos, que haya olvidado tu voz y que no recuerde tus formas. Eso me aterra, me asusta olvidarte. Claro que no lo voy a hacer, porque el sentimiento es más fuerte, pero para los que todavía estamos acá los recuerdos de experiencias terrenales en cuerpo además de alma, son muy importantes.
Empecé terapia. Me encanta. Contra todo prejuicio voy todas las semanas. No me molesta considerarme loca si es el precio que tengo que pagar para liberarme de todos estos contratiempos, aunque eso es extremista y en forma de sátira. Hablar con otras personas abre caminos. Seguro a vos también te pasaba, te vas dando cuenta quiénes están encaminados, quiénes no, y quiénes, de todos esos, va a seguir en tu vida dentro de años. Duele a veces entender la consideración del otro y caer en la cuenta de que por más que uno ame a ciertas personas, tiene que dejarlas ir. Molesta, enoja, pero hay que entender. Sí claro, hay que entender, que no todos somos iguales, que si uno ofrenda sólo hace eso, no espera.
Vos eso lo sabías bien. Nunca esperaste nada de mí, por eso pocas veces te decepcionaba, o eso creo. En parte somos parecidos, yo creo en la gente como lo hacías vos.
Pero intentar ver las cosas buenas y querer estar en otra instancia para otros es soberbia, para otros es temor, es arrogancia.
Hoy leí un comentario que hizo una persona cercana a mí, seguro sabés de cuál hablo. Tal vez no era para mí, pero teniendo en cuenta cómo están las relaciones en este tiempo, me tomé el atrevimiento de atribuirme esas palabras. Lo que para muchos es ser un ser aburrido o un ser serio, para otros es la búsqueda de un balance, de la tranquilidad.
Por eso necesito viajar, por eso necesito conocer esas culturas, esos lugares. Vos no merecías esta crueldad y aunque duele, lo entiendo, pero lo sufro. También sufro merecer esto, lo sufro tanto como ser parte de una humanidad que cada día se desploma más. Por eso quiero hacer algo bonito con mis cosas, con mi vida. Quiero dirigirla, quiero hacer algo por los que realmente necesitan.
La gente no llega a conocerme, en parte yo no lo permito y en parte recién estoy moldeando mi personalidad. Pero asusta, es una edad complicada, sobre todo para una melancólica crónica. Pero vos bien entendés esto. Ahora estoy atravesando los mismos años que pasamos juntos, en la casa de ladrillo a la vista y los 11 escalones en la entrada. Era muy fácil decir que estabas descarrilado, decir que eras un desubicado. Pero te entiendo por fín, y cómo.
Me enseñaste que no hay que comparar, pero no termino de aprender esa lección. Quisiera tener filmada esa escena. Fue en los últimos tiempos, ¿verdad? realmente nos conectamos, realmente fuímos.
Eso necesito. Ingenieros hay varios, crítico ya tengo, tierno también. Pero te necesito, necesito al que realmente me entendería. No, no estoy idealizando. Sólo estoy recordando, estoy trayendo a la vista memorias que me fundamentan, que em demuestran que tendría que haberte dado más lugar, que me demuestran que sos la parte que me falta.


Es viernes, bah, a esta altura ya es sábado.
Hoy fuí a caminar, caminé por horas, también te extrañé.
No, no salí. No tuve ganas, no tengo ganas ultimamente de hacer esas cosas, prefiero otras. Pero todavía no se puede. Cierto, estoy en secundaria.

4 comentarios:

Blonda dijo...

Me hiciste acordar que tengo pendiente un post sobre el crecer...si alguien me hubiera dicho como era todo después de los 30 (y yo los hubiera escuchado), hubiera evitado hacerme drama por tantos de los que hoy ni recuerdo el nombre...

No extrañes a nadie, sólo a la familia y los amigos. Hay miles de amores esperándote, creeme.


Besos

Martin Gonzalez dijo...

sólo a la familia y los amigos!

te quiero!

BarbiSch dijo...

extraño a mi familia.

Tincho dijo...

imagino que entendiste que entendi no?