Hoy se buscaron todo el día; cuando él se acerca, ella se va, cuando ella se acerca, él sigue en lo suyo... son tremendos, me miran los dos y te das cuenta que poseen esa inocencia y esa honestidad de las que el hombre carece. Son delicados, tienen un andar que siempre me cautiva, no importa cuán apurada esté, si los veo pasar, no puedo más que quedarme mirando, esa coordinación que no es algo mecánico como la nuestra, sino algo que roza la sensualidad, me impacta... no son nuevos en mi vida, de hecho son viejos amigos.
Ella se hace la interesante, él es un aplastado, cuando camina su panza roza el piso; siempre digo que lo voy a poner a dieta, pero mientras yo racionalizo sus festines, todas las quejas están sobre mí ("al final me tengo que ocupar yo, no ves que no son míos?", "hacete cargo, llora"), así que al parecer va a estar regordete un tiempo más...
Los ojos que tienen... dos miradas muy penetrantes, no hay nada tan bueno como sostener las miradas con ellos, nos prueban, nos miden... no importa tontos, yo hago lo mismo con ustedes; pero lo que se ve en esos ojos me intriga, son, como ya dije, cautivadores... no me extraña que en algunas partes del mundo sean místicos y míticos, en torno a ellos siempre giran historias y eso es lo que me hace quererlos más...
A la pobre le agarró un resfrío de la puta madre, eso que tomamos las precauciones necesarias, pero qué se yo; el quid es que está estornudando cada un minuto (por decir) y cuando termina pone una cara muy cómica, sufre cada estornudo, es tan chiquita...
Al chanta le sacaron el sillón... en cada casa hay ciertos lugares establecidos... yo por ejemplo, siempre me siento en el mismo lugar... las rutinas tranquilizan, tal vez por eso está tan pesado hoy, le ocuparon el sillón.
Detesto que me ocupen el sillón.
UNA VIDA MEDITATIVA
Hace 2 semanas
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