Sí, hoy tengo ganas de escribir, y no me va a importar quién lea, voy a asumir el alcance de la ausencia de privacidad en la net; suerte para aquellos que no se percataron a tiempo y se vieron forzados a arrepentirse.
Me molestan muchas cosas, por ejemplo, que mi hermano lea mi espacio. Me halaga y me molesta a la vez (no sé si sólo lo lee el menor o algun otro pispea de vez en cuando, pero bueno, si es así, es para todos).
Me halaga porque no hay nada que me haga tan feliz como tener lugar en sus vidas, en sus mentes. Me molesta lo que puedan pensar de mí en base a lo que publico. Hace un tiempo le abrí las puertas a la autocensura con el fín de no quedar mal frente a ellos pero esta semana estuve charlando con muchas personas (pero no importa quiénes) y ya está. Yo soy ésta, con alcohol o sin alcohol, con tabaco o sin tabaco, con té o sin té.Soy la misma y si quiero desprenderme tengo que aceptarme, tienen que aceptarme.
Después de todo, no está bueno, aunque sea de forma inconciente, buscar siempre la aprobación. Las cosas pierden la gracia, las cosas perdieron la gracia en este último tiempo. Y mis cosas antes no perdían la gracia, así que listo, no se habla más de eso.
Siempre que me quedo en la compu o leyendo hasta tarde, necesito tener sonido. No me sirve en estas ocasiones hacerme la heavy y poner música desde el teléfono. No sé por qué, soy re asustadiza y me sienta mejor poner un canal de música que fundamente las sombras de las paredes. Qué bueno que la modernidad y Cablevisión ofrecen variedad, porque si tuviera que escuchar/ver sólo algún canal sería bastante más triste que ahora.
Realities en Mtv y en Vh1, reggaeton en Q y variado en Much (por CM ya ni paso). Claro que es Much Music el que está puesto en la tele en este momento, está sonando Moby. Ese tipo me hace feliz, ojalá lo supiera, pero es imposible. Bah no, es poco probable que me lo cruce en la calle, intente hablare, me escuche y le diga eso.
En fin, ahora está Britney (listo, cambié, pero me quedé pensando). Volvió la princesa del ¡POP!, está bien, me parece bien, prefiero ver siempre las mismas caras, aunque recauchutadas, para seguir pensando que el mundo no es tan mediocre y que el esfuerzo todavía vale.
Pero bueno, esa mediocridad es otra cosa a discutir, al igual que los 5 minutos de fama que hacen sentir bien a uno y miserables al resto que considera sus propias condiciones.
Los cinco minutos de fama son un invento nefasto. Bah, nadie los inventó, fueron un error, una cadena de hechos con un resultado aterrador. La masividad, la furia, la necesidad del hombre de demostrar que no es mediocre nos lleva al error ya no contadas veces. Eso es el resultado de los cinco minutos de fama, la cachetada de la mediocridad que habíamos intentado ocultar y la certeza de que fue tiempo perdido en la vida real. Pero no importa, quiero mis cinco minutos de fama, que comiencen YA! (no, mentira, sólo me pareció un buen final.)
SEX
Hace 1 semana
1 comentario:
aguante barbie girl!
jaja te banco, muy buenos tus escritos! erik
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