Bueno, me acabo de despedir de la vorágine del casamiento.
Pasó, como todo, pasó.
Sentí tantas cosas anoche que de alguna manera busco plasmar los recuerdos y lo que derive de ellos en palabras, necesito encontrar las combinaciones léxicas que me permitan, al leerlas nuevamente, revivir el pasado.
Ese es el objetivo de toda persona que escribe, permitirle al lector ser parte del momento, y es lo que necesito lograr.
Cuando yo era chiquita, más aún que ahora, vivía en Coronel Suarez, tenía 4 hermanos (adolescentes en ese entonces) y vivíamos felices. Mi hermano más chico y yo teníamos 11 años de diferencia, con el que le sigue me llevo 13, con el otro 14 y con el mayor 17. Es de imaginar que al estar rodeada de varones más grandes, tuve una crianza muy cruda, muy real, siempre estaba metida en el medio, siempre estaban jugando conmigo, me llevaban a pasear por el pueblo en el Senda (que gracias a Dios no habló nunca), me dejaban quedarme con ellos en las fiestas.
Era genial, mis mejores recuerdos se sitúan con ellos, siempre.
Claro que con el paso del tiempo, el grupo se fue achicando, ahora son siete, ocho... pero siguen igual que siempre, no conozco amigos tan incondicionales como ellos. Al día de hoy llevan más de 16 años de amistad, los conocí cuando no había aprendido a hablar, cuando todavía usaba pañales.
Ayer fue el casamiento de mi hermano por Iglesia (como dije en un post anterior, el segundo es el primero en dar el sí, y al parecer el primero va a ser el último)y el viernes fue el civil, esperé la llegada de estos días muchísimo tiempo. Si bien sabemos del casamiento hace un año, la espera no era sólo por eso, esperaba el momento de reunión, de verlos a todos, de sentirme parte una vez más, de recordar. Por suerte llegó el gran momento, el viernes estuvo divino el día, no pudo estar mejor, el reencuentro con mucha gente fue especial, fue conmovedor.
Todos a nuestras maneras intentamos expresar que algo nos emociona, incluso el que piensa que lo esconde lo canaliza por otro lado...
El casamiento fue genial, nos cambiamos en lo de mi hermano más grande, a mamá y a mí nos maquillaron y hasta fuímos a la peluquería. Como a todos les pasa, me sentí mucho mejor estando a gusto con el atuendo y la mascarita, -te levanta. Pero bueno, sigo con mi relato, al mediodía salimos de casa mis papás y yo y a eso de las siete fuímos a buscar a mi hermano y a la Iglesia; ya había llegado mucha gente y fue muy lindo entender que todos estaban ahí porque realmente querían y porque realmente lo sentían.
Todos los logros de mis hermanos los vivo como propios, al igual que las alegrías y las decepciones, siempre digo que ellos no son sólo mis hermanos, son también mis mejores amigos, por lo que los sentimientos son dobles.
Todavía no puedo plasmar en palabras lo que significa para mí la palabra "hermano", pero ya lo voy a lograr, y cuando lo haga va a quedar explicado el cariño más grande que puedo tener, sentir, demostrar, dar, etc...
En fin, mi hermano estaba divino, estaban todos radiantes y él no brilló por su ausencia, se hizo notar en cada detalle, estábamos todos, en otro plano, en una forma muy rara, pero estábamos los siete.
(Y ahora suena "Era en abril" para terminar de bajonearme)
La Iglesia es muy bonita, no somos muy feligreses en la familia, pero por cuestión de tradiciones y de fotografía se casaron por la religión E.metodista, que amparó a mi familia durante muchos años, sobre todo en la infancia de mis hermanos.
Muy apropiada la ceremonia y durante el camino al salón ya me había sacado los taquitos (que de pequeños no tienen nada, pero son muy sexies). Cuando llegué presumí un rato en la entrada al escuchar, aunque ya sabía, que estaba en la mesa principal. Es una especie de tradición en mi familia hacer mesa de hermanos, es reciente, empezó en mis quince.
Después de mucho tiempo volví a ver al grupete de mis hermanos, que con los años se volvió propio, son para mí primos, hermanos, no sé, son amistades raras, más fraternales, pero no hay término que defina estas relaciones, sólo son.
Cuando tenía tres años (o por ahí andaba) me "enamoré" de Julián, uno de los amigos de mis hermanos, de esta banda. Para seguirme la corriente y para hacer más amena la convivencia (ya que pasaba gran parte del día en mi casa, con mis hermanos) me decía "mi amor" y confirmaba nuestro noviazgo. Un tiempo después todos empezaron a cargarme y a hacer parodias (del estilo "Juli no engañes a nuestra nena") y es el día de hoy que lo veo y me pongo colorada.
No, no estoy enamorada de él, pero todos los recuerdos que ese flaco me trae son incontables. Cada vez que escucho "El Farolito" me acuerdo de él, sólo porque en toda la marea de acontecimientos de la infancia, él pasaba los ratos cantando esa canción (gritando "uopa pauopa") y fue mi amor de la infancia. Por eso siempre que lo veo me emociono, me acuerdo de mil cosas... somos dos nostálgicos, sobre todo cuando tenemos un par de copitas (sí, en este caso eran copas, nada de vasos de plástico) demás y nos encontramos en un ambiente como el de ayer.
Estoy a punto de cumplir 18, supongo que para ellos verme crecer debe ser incluso más fuerte que para mí verlos crecidos a ellos. No son más los adolescentes molestos que andaban a los tumbos en los autos de los padres por las calles de Suarez, ahora son hombres hechos y derechos, algunos con parejas, otros hasta con hijos...
Ayer le dije a uno de mis hermanos lo dificil que se me hace verlos tan grandes y me confesó lo que acabo de decir "más dificil se nos hace verte a vos"; intento hacer un quiebre, intento seguir siendo Barbarita y a la vez exigo que me consideren como Barbie (pero si me dicen Barbarita y me consideran como Barbie no me enojo, es un lindo combo). Como era de suponer y como correspondía, anoche me tomé hasta el agua de los floreros (marca Chandon, jajaja) y todos estaban extrañadísimos. Los que me decían que tome menos porque soy chiquita caían en la cuenta de que no soy tan pequeña como en sus mentes y creo haber escuchado más de diez veces "ah, no sos tan chiquita, tenés razón, vas a cumplir 18, ".
Crecí entre botellas, gatos y muchachos, ¿cómo querían que saliera?, graciosas fueron todas las reacciones, no se permitían divertirse demasiado conmigo porque soy la hermanita menor de los chicos, pero ayer fue diferente, no me tuvieron miedo. Desde que empecé a crecer (nada de busto por aquí, jajaja sólo crezco en altura) parecen tenerme miedo, los que antes me revoleaban para que toque el techo, hace un tiempo no me abrazaban, y ayer fueron cariñosos, como esperaba, como deseaba. Tengo muchísimas anécdotas, que son las que conforman mis recuerdos de la infancia, pero voy a separar algunos, los que más se dibujaron con el pasar de los años, los que a medida que pasa el tiempo menos recuerdo y sin embargo, más se.
Mis papás se fuerona Mexico y me dejaron con mis cuatro hermanos (o sea, ellos más las novias, más los amigos...), era primavera, hacía calorcito, y a mis hermanos les tocaba peinarme, vestirme y todas esas cosas locas que las nenitas necesitamos. Suerte que contábamos con las amigas de los muchachos porque sino me iba a calcinar: tenía un cumpleaños (dicho sea de paso: los odiaba, me gustaba más estar entre grandes, y a las nenitas no me las bancaba) y uno de mis hermanos me vistió: medias de lanita y un vestidito de corderoy... un capo total, jajaja... cuando su amiga rubia (no por menospreciar ni nada por el estilo, es una manera de obviar el nombre) llegó y me vió, afortunadamente me cambió y fuí bien vestida.
El living de mi casa (que era muy grande y para la visión de una nena de 5 años era ENORME) estaba repleto de colchones, yo vagaba por el ambiente y no me importaba nada. Las amigas de mis hermanos ("amigas" jaja muchas veces eran los felinos de turno) me adoraban y siempre se quedaban conmigo. Pero bueno, todo viene a que una noche yo quería dormir, mis papás no estaban y me levanté, me paré en medio del living y exigí que bajaran la música porque me quería dormir. Esa ocasión quedó en la historia, siempre la recuerdan ("por favor, bajen la música que me quiero dormir"), se rien y demás pero lo cierto es que bajaron la música y pude dormir. Y así fue siempre, sé que los tengo, sé que los tuve y pienso que serán parte de mi futuro también, me lo demostraron cuando saltaron a la pileta llena de agua podrida pensando que estaba ahí, cuando en realidad estaba revisando el cuarto de uno de ellos.
Claro que cuando mis papás volvieron de esas vacaciones, los "delaté" (porque como mis papás eran boludos, yo tenía que contarles...) y les conté que toda la casa estaba llena de cigarrillos y tapitas de botellas, y que había un montón de chicas, pero todo eso me marcó de por vida, y aún hoy marca la diferencia.
Todos sorprendidos por el tamaño de mis tacos y el vestido corto y entallado me trataron como una igual y por primera vez disfruté una fiesta al nivel de mis expectativas y más. (sí, adivinaron, TENGO cintura) Lo cierto es que logré lo que quería, que era hacerme ver de otra manera, demostrar que ahora soy un poco más grande, un poco más como ellos, que es lo que quiero,y demostrarles que si bien mi nombre siempre va a estar en diminutivo, mis ideas ya no, y que pueden contar conmigo.
Conciliar las ideas se me está haciendo casi imposible, es inexplicable lo que me produjo el casamiento de mi hermano. Hace un rato salí a dar una vuelta con mi mejor amiga, en ese interín charlamos sobre la fiesta de anoche, le conté que estaba necesitando dejar por escrito lo que me pasa y demás y me dijo cosas muy lindas: me habló de la relación que tengo yo con mis hermanos y de que al igual que yo, no entiende cómo se crearon semejantes lazos.
Una de esas personas me dijo que yo soy diferente, que no presuma pero que aproveche, y mi respuesta fue un "gracias". Sí, gracias por hacerme diferente, diferente a lo que pienso que soy, diferente al resto. Ni mejor ni peor, sólo diferente, me guiaron, me guían, me marcaron, como ya dije. No sé si soy o no diferente, si soy o no especial, pero que ellos me lo digan hizo que ese momento quede en mi memoria, porque lo necesito, lo necesitaba.
Y sí, "como crecen los nenes" , tenés razón. Qué bueno que lo dijiste y que lo hiciste mirándome a mí, qué bueno que a todos les pasó un poco lo que a mí, todos nos unimos en sentimiento, porque todos estábamos en la misma.
Estuvo también en el casamiento una ex cuñada, a la que atribuirle ese "parentesco" me parece incorrecto, frívolo. Es la hermana que no tengo, estuvo en mi familia durante ocho años si mal no recuerdo; vivió mis mudanzas, vivió la pérdida. Es una persona incondicional, a la que nadie va a poder suplantar en sentimientos y a la que siempre voy a querer. Estaba con su nueva pareja. Mi cuñada actual (y futura) se desestabilizó y yo no pude hacer nada. No quise faltarle a ninguna, así que no hice nada. La primera estaba en la fiesta porque la queremos todos, es amiga de mi hermano (que ahora es marido ajeno) y la amamos ahora independientemente de la relación que mantuvo con mi otro hermano. La segunda es parte de nuestra vida actual, estaba en la mesa principal y es la que duerme con el primogénico todas las noches. Hay inseguridades que me parecen absurdas, (y eso que de inseguridades sé bastante) y lo que pasó ayer fue y es un ejemplo. No voy a mentir, no las quiero de igual manera, porque son personas diferentes, pero las cosas como son, y cada uno que se ocupe de hacerse valer en el puesto que ocupa.
Mi ex cuñada estuvo divina, acertada como siempre, con las palabras justas, con el apodo justo, ya pocos me dicen "pioji" o "piojo" y agradezco que ella no sepa llamarme de otra manera. Realmente lo agradezco, casi tanto como agradezco haberla visto y revivir tantos momentos. Definitivamente ella, al igual que toda la gente de la que hablé antes, merecen ser recordadas siempre y son del selecto grupo que quiero en mi vida, ahora y dentro de años.
Otra cosa que me marcó de anoche fue el acercamiento que tuve con mi hermano mayor, como dije, me lleva 17 años y eso a veces se nota. Mis cosas suelen ser aburridas, él ya las vivió, pero ayer. Ayer fue otra cosa, ayer todo volvió a ser normal, las mismas caras, los mismos abrazos. Hacía mucho que no estábamos así, lo extrañaba y me dí cuenta de la magnitud de mi necesidad de él ayer, cuando me metí en un paréntesis y contemplé todo de afuera. Sé que a él le pasó lo mismo y sé también que está tanto o más confundido que yo en este momento.
Pero gracias, gracias por recordarme una vez más que en media hora estás para lo que necesite, vos y nuestro primo, dos genios. Un integrante del grupete es mi primo, que junto a mi hermano me recordaron que ante cualquier problema no llame a nadie que no sean ellos, que en media hora están, que tienen contactos.
No creo haber demostrado la felicidad que me provocó la noche del 15 de agosto (o madrugada del 16), pero espero encontrar las palabras para hacerlo algún día y por lo pronto, asumo que es todo por hoy y que seguiré desprendiéndome de las palabras mañana. Voy a necesitar ubicarlas de manera tal que las encuentre cuando las necesite y las resguarde cuando lo crea apropiado.
Viva los novios!
Bueno, es todo por hoy... mañana seguiré desprendiéndome de palabras, seguiré ubicándolas de manera que las encuentre cuando las necesite y las resguarde cuando lo crea apropiado.
SEX
Hace 1 semana
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